La primera vez que me subí a un escenario llevaba unos guantes amarillos hasta el codo y presentaba la función de todo el colegio. Con sólo 6 años, ya soñaba con subirme a las tablas aunque en ese momento solo hacía espectáculos subida a la mesa de la cocina de mi abuela.

Desde entonces, hacía todo lo posible para convencer a mi madre que esto era lo mejor que podía hacer por mi. Llamaba a castings por teléfono, me apuntaba a clases de teatro y poco a poco, empezó a formar parte de mi vida y fue el comienzo de lo que se ha convertido en una relación y aprendizaje de por vida.

A los 16 años, hice las pruebas para la Asociación de Teatro Musical de Sevilla (ATMS), y fue aquí donde entendí que no solo podría ser una pasión sino una profesión, donde se materializó una conciencia real de querer ser actriz.

Acabé mi carrera universitaria de Turismo entre cursos de Teatro Musical, clases de claqué y canto, para contentar a mis padres sin dejar de satisfacer mis inquietudes artísticas. Y una mañana de septiembre, cogí mis bártulos, energía y ganas para comenzar una nueva vida en Madrid.

Madrid me ha permitido formarme como actriz, aprender de muchos compañeros que han pasado por mi vida y hacer proyectos que nunca me había imaginado que me atrevería hacer como producir, dirigir e incluso escribir. Pero sobretodo, me ha dado enseñanzas valiosas como el sacrificio, el amor por el trabajo y realizar la profesión como parte de un oficio artesanal.

Me gustaría también formar parte de tu vida y de los proyectos con los que pueda serte de valor. Entonces, qué me dices: ¿Trabajamos juntos?.